ideal para pasear y explorar los monumentos cercanos

Mi estancia fue maravillosa, con un desayuno que me deleitó con productos locales frescos y la atención del personal que te hace sentir como en casa. además, está a menos de 5 minutos caminando de la Catedral de Évora y a solo 10 minutos de la famosa Capela dos Ossos, permitiendo explorar las maravillas de la ciudad a pie sin problemas.

Un desayuno digno de reyes

El hotel tiene una ubicación ideal, a un corto paseo de la plaza principal. La área común es acogedora, ideal para relajarse con un libro después de explorar la ciudad. Sin duda, el desayuno fue lo mejor, lleno de opciones caseras y el personal siempre listo para preparar un omelette fresco.

Sin embargo, la habitación que nos tocó era más pequeña de lo que esperábamos y un poco oscura, lo que hizo que algunas noches fueran un poco incómodas.

Te cuento todo en pocas palabras

Hotel encantador con un servicio excepcional. La atención es personalizada y te hacen sentir como en casa. Desayuno casero, con productos frescos y opciones variadas. La ubicación es ideal, cerca del centro, pero lo suficientemente tranquilo. Sin embargo, hay áreas comunes ruidosas que pueden afectar la relajación.

La habitación era amplia y cómoda, aunque un poco sencilla en la decoración. La terraza pequeña es perfecta para relajarse un poco al aire libre.

El baño resulta algo antiguo, con una bañera y cortina en lugar de duchas, lo que no es del agrado de todos. Además, la presión del agua podía mejorarse. La habitación parecía un poco agobiante, especialmente al estar en la planta baja, junto a las ventanas a nivel del suelo que, aunque apenas hay tránsito, no dan la mejor sensación. El armario también necesita una actualización.

Desayuno excepcional y trato inigualable

Pasamos una noche en este lugar y nos encantó la atención del personal, que fue muy amable y nos ofreció refrescos al llegar. El desayuno era una delicia, con zumos naturales y una variedad de opciones caseras que no querrás perderte. La cama era muy cómoda, aunque el acceso al parking puede ser un poco complicado si no conoces la zona. Sin embargo, todo lo demás fue genial.

La habitación era cómoda, aunque estaba en la planta baja y un poco oscura. A pesar de dar a la calle, fue bastante silenciosa. Me encantó el baño, con una ducha perfecta y toallas bien suaves. Las camas son maravillosas, me sentí muy a gusto. Sin embargo, la decoración era un poco normalita, no nada del otro mundo.

El desayuno era un festín digno de un rey, con quesos y fiambres locales que hacían bailar a mis papilas gustativas. La habitación, decorada con arte regional, tenía una luz natural que me hacía sentir como un artista en su propio estudio. El patio era un rincón soñado, donde cada mesa parece haber sido colocada con una pizca de magia.

Acceso complicado al parking

un desayuno delicioso y variado que te hace comenzar el día con energía

desayuno abundante, habitación silenciosa

habitación oscura

la habitación era un poco ruidosa por la calle, pero el desayuno era variado y de alta calidad, el personal fue muy amable y la decoración del patio era muy acogedora. todo en un ambiente tranquilo.

La carne roja en los restaurantes de la zona es un verdadero manjar! No te puedes perder Fialho y su arroz con carne, una delicia total. El desayuno en el hotel es un festín, con toallas gorditas que suman confort. Además, el patio interior proporciona un rincón perfecto para relajarte mientras disfrutas de un buen trago al final del día.

Nada que reseñar en realidad, solo que nuestra habitación era un poco más normalita, pero aun así, estaba todo decente y cómodo. ¡Todo brilló a su manera!

el patio interior ofrece un ambiente muy relajante. la ducha era un poco estrecha.

La habitación era un poco más pequeña de lo que esperábamos, pero el baño estaba bien.

El personal es increíble y te hacen sentir como en casa. Habitación un poco fría al llegar.

Tuvimos una buena experiencia gracias a un desayuno increíble, con productos frescos y caseros, que realmente nos encantó. Sin embargo, la habitación que nos tocó era un poco más pequeña de lo que esperábamos y el baño tuvo detalles antiguos, aunque estaba muy limpio. En general, el lugar es acogedor y perfecto para una estancia corta.

el hotel es super bonito y tiene un patio interior tranquilo donde puedes relajarte con una copa al final del día. el desayuno está buenísimo, con todo fresco y opciones ricas. el personal es muy amable, te ofrecen una bebida de bienvenida y te dan tips para disfrutar de évora. la habitación es cómoda y el baño está genial, con ducha perfecta. la ubicación es ideal, cerca de todo lo chido.

la habitación podría ser un poco ruidosa a veces y el acceso al patio debe mejorarse.